lunes, 18 de octubre de 2021

El Espectral castigo de Rómulo y Eduardo (Segunda Parte)



Pero el destino impredecible e incomprensible a veces, obligo a los padres de estos niños a mudarse a un área rural, en una situación muy complicada económicamente hablando,  un sitio desconocido para los niños carentes de algunas cosas a las cuales estaban acostumbrados, pero siendo niños no tardaron mucho en acostumbrarse a su nuevo entorno, el cual aunque un poco agreste para ellos era peculiarmente beneficioso debido a que en ese lugar podían darse nuevos aires y adquirir diferentes conocimientos.

La forma de actuar de estos hermanos era totalmente diferente, debido al carácter y costumbres que ambos se habían forjado, pues como menciones anteriormente la formación de los niños provenían de diferentes familias de crianza. Mientras Rómulo era paciente, tranquilo, Eduardo era impulsivo, necio e inquieto (todo un dolor de cabeza), por supuesto esto no quiere decir que Rómulo fuera un ángel porque también tenía lo suyo.

Esta forma de ser de ambos siempre era causa de conflictos, debido a que ellos siempre querían tener la razón, aunque los dos estuvieran equivocados. En cierta ocasión se entablo una discusión muy acalorada entre nuestros personajes, por algo tan sencillo como ridículo, peleaban por quien debía lavar una taza con su porcelana después de haber refaccionado por la tarde; tan fuerte era la discusión que tuvo que intervenir su madre Elsa, quién ya cansada de las constantes peleas que estos los pilluelos generaban, decidió poner punto final a este asunto, preguntando de forma enérgica al mayor de ellos cual era el problema por el cual discutían, ya que tenia claro que él sería más concreto en los hechos mientras que el pequeño daría muchas vueltas antes de aterrizar en la situación, aún a sabiendas de que Rómulo presentaría los hechos de forma tal que le favorecieran e inculparan a Eduardo, sin embargo doña Elsa muy astutamente interrumpía a su pequeño para hacer preguntas capciosas y cerradas a fin de obtener la verdad de los hechos. Después de haberlo escuchado atentamente tuvo claro que el culpable del problema era Eduardo quien no había cumplido con lavar aquellos trastos de cocina.

Sin embargo el problema no acabaría aquí 
Starlight

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