lunes, 4 de octubre de 2021

UNA NOCHE DE CONFUSIÓN Y SUERTE (Tercera parte)

Jorge avanzaba con pasos fuertes y apresurados y viendo lo amplio de la calle opto por irse a la orilla izquierda de la misma, por donde había más luz, aunque también había más terreno baldío. Pero nuestro intrépido estudiante pensó que era mejor caminar por allí ya que tendría mas oportunidad de ver y reaccionar si existiese algún agresor.  

Ya había recorrido más del cincuenta por ciento del tramo, cuando a la distancia se percató que en el lado contrario de la calzada se aproximaba otra persona, un tanto sospechosa porque caminaba de forma extraña, usando una gorra y sobre ella la capucha de la sudadera, a Jorge esto le despertó la desconfianza y sintiendo como una electricidad recorría su cuerpo, se le aguadaron las piernas y sudaba más profusamente, entre más cerca estaban más miedo para Jorge, de pronto vio como el tipo saco algo de adentro de la sudadera y la puso en su mano derecha, era un cuchillo, pero no uno cualquiera, era largo y ancho como esos que usan los carniceros, el miedo de nuestro nuestro actor se elevo al máximo, era claro que esa persona era un asaltante, Jorge pensó para si mismo ¡Te fregaste Jorgito hoy si te tocan las golondrinas”, sin embargo ese shot de adrenalina hizo que nuestro intrépido amigo sacara la navaja que había ocultado dentro de sus cuadernos y la mostrara al igual que aquel asaltante, en ningún momento se detuvo, prosiguiendo su marcha la cual lo llevaría colocarse de forma paralela con el malandrín. 

Cuando ya estaban próximos a coincidir en su trayecto, se entablo una extraña conversación entre el El ladrón y Jorge:

Ladrón: “No ha caído nada compadre”.

Jorge; “Nel, no ha caído nada, como que hoy se durmió la mara temprano” (refiriendo a otras personas).

Ladrón: Oralé, pero siempre aguas porque puede pasar la chonta (refiriéndose a la policía).

Jorge: Oralé, buena onda.

Y así ambos siguieron su rumbo en diferentes direcciones y sin voltear a ver atrás Jorge agradeció al cielo, por haber salido ileso de su encuentro nocturno con lo que pudo ser el final de su vida.

Llegando a su casa nuestro amigo procedió a quitarse aquella ropa mojada que llevaba puesta y ya sin hacer lo que pensaba,  se acostó y analizo que aquella noche jugo con su suerte y que era un hombre dichoso por poder contar la historia de su encuentro con aquel malandrín.

Con el tiempo Jorge culmino con sus estudios y logro su objetivo de graduarse a nivel medio, logrando superarse, prosiguió en la universidad y hoy es todo un profesional realizado,  que a veces cuenta parte sus vivencias a su hijos y amigos, agradeciendo siempre al creador por darle más de una oportunidad de seguir adelante.

Starlight

4 comentarios:

  1. la vida siempre nos da oportunidades hay que saber aprovecharlas. Los leí los tres capítulos. Un abrazo.

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  2. Gracias por acompañarme en estas aventuras, agradezco tu comentario y tu visita, te invito la proóima semana a leer el inicio de un nuevo relato, saludos desde mi querida Guatemala

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  3. Genial relato me dio mucho miedo. Te mando un beso

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    1. Gracias por tu comentario, te comento que esto fue real, un saludo fraternal desde mi querida Guatemala

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