Lentamente fueron pasando los días tortuosamente para estos progenitores, pero sin darse por vencidos, lograron hablar con su retoño, pero ella insistía en lo que escribió en aquella nota, concretándose en decir, estoy bien, no tengan pena, pero no me busquen y no me llamen a no ser de que sea necesario. Roberto siendo ya un zorro viejo y creyéndose Sherlock Holmes, logro dar con el paradero y ubicación de su patoja; y sin mencionárselo a ella fue a la dirección que había encontrado, tratando de descubrir y entender la razón real que motivo a Mónica, para abandonar su hogar.
Al llegar a ese
lugar Roberto fue recibió por una persona que a leguas se le notaba que era muy
farisaico y que la información que le estaba proporcionando equivalía al
cincuenta por ciento de verdad y que el resto eran labias y falsedades, sin
embargo logro Descubrir que si bien es cierto su hija vivía sola, era visitada
por un joven que se decía su Novio, el
cual no solo era culpable de sus problemas familiares sino también de los
laborales que actualmente poseía. Alexis es el nombre de nuestro cuarto
elemento en esta historia.
Alexis era un
hombre con apariencia juvenil, sin embargo ya tenia un largo peregrinaje en
esta vida, quien hacia lo que se le daba en gana, puesto que era hijo de papi
y mami,
acostumbrado a poner la mano para recibir su mesada y hacer los mandados
de la casa, no poseía responsabilidad mucho menos madurez a pesar de su edad,
en realidad este caballero era una década menor que Roberto, por lo que ya
poseía una basta experiencia en
comparación de Mónica quien a criterio de sus padres apenas estaba saliendo del
cascaron.
Pero en fin
dejando esto por un lado, Alexis era un tipo celoso y desconfiado y a sabiendas
de que encontró una jovencita ilusa, desorientada y fácil de moldear a su
gusto, la embarazo y pretendía que abortara, para seguir con su juego, sin
embargo no contaba con que los padres de Mónica (Roberto y Esperanza), ya
estaban al tanto de los pasos que su hija daba y que pronto procederían a tomar
medidas para ayudar a su patoja; la cual con el pasar de los días y consiente
de su estado de gravidez, veía como crecían sus problemas así como su barriga.
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