Quinto Elemento (2da. Parte)

 

Roberto y Esperanza son parte importante de esta historia pero no los únicos personajes que conocerán, por lo cual lo que les vengo a contar trasciende un par de años posteriores de todo esto, incluso después de su casamiento. Cuando empezaron su matrimonio no contaban con muchos bienes personales y mucho menos disponían de un capital disponible, que les permitiera vivir desahogadamente, sin embargo siempre lucharon juntos para forjar un futuro; después de un año y medio de convivir como pareja nació su primera hija Mónica, para ellos en ese momento fue el plus quam ultra de la vida.

Pero con la llegada de este retoño vinieron nuevos retos que ambos asumieron y superaron con creces, lo cual les permitió brindarle una educación adecuada a su hija, una niña que desde pequeña mostro su alto grado de independencia, pero sin dejar de ser una niña inteligente y sobre todo amorosa y respetuosa con sus padres.

Mónica desde pequeña soñaba con un hogar como el de sus padres, sin gritos, ni peleas, donde solo existía la cordialidad y la educación; (Al menos eso era lo que pensaba ella, puesto que sus padres como cualquier pareja siempre tenían sus altibajos y desacuerdos, pero si tenían que discutir por algún motivo, procuraban hacerlo cuando la niña ya se había dormido, para que no se diera cuenta de sus problemas). Así fue creciendo una mentalidad humilde y positiva, destacando por alto desempeño educativo, con muchas ganas de culminar la secundaria para empezar a trabajar, para superarse en la vida.

Sus padres siempre estuvieron renuentes a que ella trabajara al terminar sus estudios de secretariado, le instaban a seguir su instrucción en la universidad, pues como le decían ellos “Estudia porque tu no sabes si más adelante lo podrás hacer o si te vas a casar rápido y si te casas no sabes si el hombre con que lo harás será responsable o no te conviene y se separan, pero tu siendo una persona preparada, podrás afrontar estos retos, por eso estudia”. Pero al igual que todos los jóvenes la información les entra por un oído, pero se les escapa por el otro.

Cuando se graduó como secretaria, no le tomo mucho tiempo en conseguir un empleo, en el cual debido no solo a su físico