martes, 16 de noviembre de 2021

El Gusano aventurero


 Cierto día por la mañana un pequeño gusano cansado de vivir siempre bajo la tierra, decidió salir a pasear por encima de ella, descubriendo un mundo distinto al que conocía, un lugar lleno de color y sonidos diferentes a los acostumbrados; lleno de emoción exclamo: “Que hermoso sería vivir por aquí, tantas cosas que podría hacer”.

Tranquilamente deambulaba por aquellos parajes nuevos, despreocupado y distraído, después de recorrer una gran distancia (para un gusano), comenzó a sentir un inmenso calor, acompañado de una sed, como nunca antes la había tenido, buscaba y buscaba, una y otra vez una sombra donde cobijarse o al menos un lugar fresco donde descansar, era un día de verano caluroso en verdad      – vaya día el que eligió el gusano - .

Al encontrar el sitio que buscaba, un lugar fresco y sombreado, tranquilamente se tendió a descansar, lo que él no sabía que arriba surcando los cielos, desde hacia un buen rato lo estaba vigilando una pequeña ave, la cual quería que aquel pequeño gusano fuera su merienda; lentamente aquel pájaro descendía hacia la tierra, haciendo círculos concéntricos para que al final se posaré en la rama de un árbol, pero no quitaba la vista de nuestro pequeño aventurero, el cual somnoliento no dejaba de pensar en una bebida fresca, - agua, agua se decía aquel gusano aventurero-;  sin percatarse de quien lo observaba.

Pensaba para si mismo allá abajo no tenia este problema, siempre fresco, con mucha agua, ¡no tenía necesidad de buscarla!. Justamente cuando el pequeño gusano decidió regresar a su casa, el ave se abalanzó sobre el con sus garras listas para atrapar a su presa, pero afortunadamente para aquel insecto, encontró un agujero para meterse de nuevo a la tierra apresuradamente antes de ser cogido por su depredador; con el corazón sobresaltado, nuestro pequeño viajero regreso a su mundo subterráneo, con la idea fija en la mente de nunca volver a la superficie, la cual le dejo un amargo sabor en la boca.

Todo esto sucedió en el jardín de mi casa, a unos cuantos pasos de la puerta de entrada, en donde se encuentra mi árbol de caucho, en el cual bajo su sombra me siento a pensar en la bendición que Dios derrama día con día sobre nosotros.

                Starlight

3 comentarios:

  1. Muy bueno tu cuento.
    Es casi una fabula, pues deja una enseñanza, hay que ser precavido y fijarnos bien que nuevos caminos intentamos conocer.

    ¡¡Aplausos!!

    mariarosa

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  2. Salvado el gusanito!
    y hay que andar con cuidadito ↶*ೃ✧˚. ❃ ↷ ˊ-

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